viernes, 26 de agosto de 2011

Generacion del 98'

El siglo XIX termina con una grave crisis: el final del imperio colonial español. En 1895 se produce el levantamiento de Cuba y en 1896 el de Filipinas, últimas colonias. España, aunque reacciona ante las revueltas, sufre una derrota total y en 1898 se ve obligada a firmar el Tratado de París por el que Cuba consigue la independencia, mientras que Filipinas y Puerto Rico quedan bajo el control de Estados Unidos.
Este acontecimiento provocó en España una ola de indignación y protesta que se manifestó en literatura a través de los escritores de la Generación del 98.


Biografia de Antonio Machado

Poeta y prosista español, perteneciente al movimiento literario conocido como generación del 98. Probablemente sea el poeta de su época que más se lee todavía. Vida Nació en Sevilla y vivió luego  en Madrid, donde estudió. En 1893 publicó sus primeros escritos en prosa, mientras que sus primeros  poemas aparecieron en 1901. Viajó a París en 1899, ciudad que volvió a visitar en 1902, año en el que  conoció a Rubén Darío, del que será gran amigo durante toda su vida. En Madrid, por esas mismas  fechas conoció a Unamuno, Valle-Inclán, Juan Ramón Jiménez y otros destacados escritores con los 
que mantuvo una estrecha amistad. Fue catedrático de Francés, y se casó con Leonor Izquierdo, que morirá en 1912. En 1927 fue elegido miembro de la Real Academia Española de la lengua. 
Durante los años veinte y treinta escribió teatro en compañía de su hermano, también poeta, Manuel,  estrenando varias obras entre las que destacan La Lola se va a los puertos, de 1929, y La duquesa  de Benamejí, de 1931. Cuando estalló la Guerra Civil española estaba en Madrid. Posteriormente  se trasladó a Valencia, y Barcelona, y en enero de 1939 se exilió al pueblo francés de Colliure,  donde murió en febrero. 

Cantares

Cantares... 

Todo pasa y todo queda, 
pero lo nuestro es pasar, 
pasar haciendo caminos, 
caminos sobre el mar. 

Nunca persequí la gloria, 
ni dejar en la memoria 
de los hombres mi canción; 
yo amo los mundos sutiles, 
ingrávidos y gentiles, 
como pompas de jabón. 

Me gusta verlos pintarse 
de sol y grana, volar 
bajo el cielo azul, temblar 
súbitamente y quebrarse... 

Nunca perseguí la gloria. 

Caminante, son tus huellas 
el camino y nada más; 
caminante, no hay camino, 
se hace camino al andar. 

Al andar se hace camino 
y al volver la vista atrás 
se ve la senda que nunca 
se ha de volver a pisar. 

Caminante no hay camino 
sino estelas en la mar... 

Hace algún tiempo en ese lugar 
donde hoy los bosques se visten de espinos 
se oyó la voz de un poeta gritar 
"Caminante no hay camino, 
se hace camino al andar..." 

Golpe a golpe, verso a verso... 

Murió el poeta lejos del hogar. 
Le cubre el polvo de un país vecino. 
Al alejarse le vieron llorar. 
"Caminante no hay camino, 
se hace camino al andar..." 

Golpe a golpe, verso a verso... 

Cuando el jilguero no puede cantar. 
Cuando el poeta es un peregrino, 
cuando de nada nos sirve rezar. 
"Caminante no hay camino, 
se hace camino al andar..." 

Golpe a golpe, verso a verso. 





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